lunes, junio 06, 2011
MIENTRAS CALLAS
El silencio grita
Es débil, amable
Se pasea por tu cuerpo y salta, da luz, habla.
El silencio, en tu boca, hace bulla.
Cientos de veces tu rostro allí
Y ninguna palabra tuya, ninguna sonrisa, ninguna mirada.
Callas. Callas porque quieres hablar
Porque me amas
O mejor aun, callas porque te amo.
El silencio es nuestro
Tuyo,
Mío
Tan frágil como tus dedos enlazados
Tan eterno como la noche que viene
Como el sol que se va.
El silencio es tuyo,
Y se llama amor
Y tú me lo das todos los días.
Y yo lo recibo,
Y yo te lo guardo,
Y me voy lejos a querer enterrarlo, allá en esos campos
Y tú me sigues, me llamas, me das la mano,
Me pides que te lo devuelva pero ya es tarde
Ya lo enterré, ya lo dejé allí
Ya me olvidé.
Y tú.
Callas.
El silencio grita, lo sé
Pero no lo oigo, solo lo siento
Solo lo sé.
viernes, septiembre 24, 2010
SI TAN SOLO...
Cuantas veces quise besar tu cuerpo
En las noches de frío, de blancos jardines
Para calentarme en tu aliento.
Ver tus formas tensas, delicadas y suaves
Sentir el final del día,
Y besarte.
Cuantas veces quise verte desnuda
Para fijarme por un momento en tu belleza carnal
Y en tus tristes ojos sinceros.
Y besarte, al final del día, como en un comienzo.
Cuantas veces quise poder estar al lado tuyo
Sin sentir que sólo era un sueño.
Y tocarte, pensando que era yo el primero.
Cuantas veces quise ser yo mismo
Sin que tú me dejases serlo.
[El amor, apenas se ve a lo lejos]
Cuantas veces quise borrar todo lo sentido en aquella oscuridad
Y volverte amar, como en mis añejos sueños.
En las noches de frío, de blancos jardines
Para calentarme en tu aliento.
Ver tus formas tensas, delicadas y suaves
Sentir el final del día,
Y besarte.
Cuantas veces quise verte desnuda
Para fijarme por un momento en tu belleza carnal
Y en tus tristes ojos sinceros.
Y besarte, al final del día, como en un comienzo.
Cuantas veces quise poder estar al lado tuyo
Sin sentir que sólo era un sueño.
Y tocarte, pensando que era yo el primero.
Cuantas veces quise ser yo mismo
Sin que tú me dejases serlo.
[El amor, apenas se ve a lo lejos]
Cuantas veces quise borrar todo lo sentido en aquella oscuridad
Y volverte amar, como en mis añejos sueños.
miércoles, agosto 11, 2010
PERPETUO
La lluvia cae, como tus lágrimas en la despedida
Tan frías, tan calladas
Escondiendo el dolor intenso que uno siente
Cuando ya no puede continuar,
Cuando solo tiene en mente, la huida.
Tan frías, tan calladas
Escondiendo el dolor intenso que uno siente
Cuando ya no puede continuar,
Cuando solo tiene en mente, la huida.
El cielo está gris
Cansado ya de tener todos los días la alegría con que te quise
Esperando que alguna u otra pareja desaparezca
En la tristeza, la nostalgia y el enojo.
Cansado ya de tener todos los días la alegría con que te quise
Esperando que alguna u otra pareja desaparezca
En la tristeza, la nostalgia y el enojo.
Recuerdo cuando las rosas fueron testigos fieles de nuestro amor
Nosotros felices,
Tus cabellos brillantes, tus labios, tus mejillas tan suaves
La embriaguez de amarte un día, y perderte al siguiente
Sin notarlo, sin sentirlo, sólo hasta después de que te hayas ido.
Nosotros felices,
Tus cabellos brillantes, tus labios, tus mejillas tan suaves
La embriaguez de amarte un día, y perderte al siguiente
Sin notarlo, sin sentirlo, sólo hasta después de que te hayas ido.
Y te fuiste una tarde gris de invierno
Con nubes negras y viento frío
A buscar, a lo lejos, lo mejor que pensabas que era para ti
Sin saber, que mi alma y mi corazón, pensaba en ti, en mí y en los dos.
Con nubes negras y viento frío
A buscar, a lo lejos, lo mejor que pensabas que era para ti
Sin saber, que mi alma y mi corazón, pensaba en ti, en mí y en los dos.
Tus ojos, como las estrellas cuando se apagan en el día
Se cierran, al sentir que un extraño te toca, con sus manos toscas.
Y tú te acomodas
Y duermes, y dejas que él haga lo que quiera.
El sol está oscureciendo
Tú estás drogada en alguna cama de otro lado
Y yo, sin saberlo, a la luz del atardecer, con las nubes frías y las gotas de lluvia en mi rostro
En un balcón, quizá con alguna taza de café caliente en mi mano
Quizá con algunos s sueños rotos,
En mí alrededor
Espero que las velas se prendan, que los cerros se hagan negros
Que las calles se llenen de parejas
Como cuando fuimos a caminar
De la mano, enamorados,
Sin que sepas que ese día, yo comencé a amar.
Tú estás drogada en alguna cama de otro lado
Y yo, sin saberlo, a la luz del atardecer, con las nubes frías y las gotas de lluvia en mi rostro
En un balcón, quizá con alguna taza de café caliente en mi mano
Quizá con algunos s sueños rotos,
En mí alrededor
Espero que las velas se prendan, que los cerros se hagan negros
Que las calles se llenen de parejas
Como cuando fuimos a caminar
De la mano, enamorados,
Sin que sepas que ese día, yo comencé a amar.
Y todo se va, como la noche o el día
Todo se rompe, todo termina.
sábado, julio 03, 2010
HUBO UNA VEZ ALGUIEN...
Hubo una vez un hombre que decía
Ser hijo de Dios
Iba caminando por las calles, hablando, riendo
Dando la mano, acariciando y queriendo.
Hubo una vez, alguien que me dijo
Que quizá algún día, cantaría
Con las voces como nunca
Y el micrófono, adelante, firme en su decisión,
Con ganas de gritar al cielo
Que te amaba tanto, que no podía saber
si eras un sueño, o un ángel eterno.
Hubo una vez, un tipo que me levantó
Del suelo, cuando caí
Y me dijo no te rindas.
Caminé por las calles, esperando a que alguien me diga
No te rindas
Alguien te ama, alguien canta allá a lo lejos
No te rindas, jamás lo hagas.
Hubo una vez, esa persona que me ayudó en todo
Y me quiso,
Y me animó a decirte que te quería
En aquella vez primera de invierno.
Hubo una vez, en el tiempo
Que tuve un amigo, y un amor,
Y jamás, aunque sea diferente, se van a ir,
Porque el primero me ayudó en todo
Y la segunda, me quitó los sueños
Y me abrigó en su calor.
Y estuve contigo, de enamorados
Gracias a ese tipo
Mi amigo.
Ser hijo de Dios
Iba caminando por las calles, hablando, riendo
Dando la mano, acariciando y queriendo.
Hubo una vez, alguien que me dijo
Que quizá algún día, cantaría
Con las voces como nunca
Y el micrófono, adelante, firme en su decisión,
Con ganas de gritar al cielo
Que te amaba tanto, que no podía saber
si eras un sueño, o un ángel eterno.
Hubo una vez, un tipo que me levantó
Del suelo, cuando caí
Y me dijo no te rindas.
Caminé por las calles, esperando a que alguien me diga
No te rindas
Alguien te ama, alguien canta allá a lo lejos
No te rindas, jamás lo hagas.
Hubo una vez, esa persona que me ayudó en todo
Y me quiso,
Y me animó a decirte que te quería
En aquella vez primera de invierno.
Hubo una vez, en el tiempo
Que tuve un amigo, y un amor,
Y jamás, aunque sea diferente, se van a ir,
Porque el primero me ayudó en todo
Y la segunda, me quitó los sueños
Y me abrigó en su calor.
Y estuve contigo, de enamorados
Gracias a ese tipo
Mi amigo.
lunes, junio 28, 2010
A LO LEJOS NOS AMAMOS
A lo lejos nos amamos, a lo lejos
Cuando el sol se ocultaba
Yo te quería más, porque sabía que la noche sin ti
Era como dormir con tu recuerdo
Y abrigarse en él.
Las lágrimas hicieron que mis mejillas se humedezcan
Y se tornen suaves y frágiles
Te esperaba con feY alucinaba, estar contigo en los días de frío
Cuando el sol se ocultaba
Yo te quería más, porque sabía que la noche sin ti
Era como dormir con tu recuerdo
Y abrigarse en él.
Las lágrimas hicieron que mis mejillas se humedezcan
Y se tornen suaves y frágiles
Te esperaba con feY alucinaba, estar contigo en los días de frío
De amor intenso,
De besos y salidas, como las que tuvimos antes de tu partida.
De besos y salidas, como las que tuvimos antes de tu partida.
Cuántas palabras te hubiera dicho
Si tan solo te las decía en persona y no por cartas
Cuantos besos, cuantas ganas de abrazarte y sentir tu aliento
Tan fresco, tan cálido, hubiera deseado darte
Si tan solo no te hubieras ido.
En las noches hace frío
Y ni el café ni el fuego intenso de la estufa
Lo pueden destruir
Así tan igual estoy ahora, contemplando esa luna,
Abriendo mi corazón al destino
Esperando que las canciones griten
Algún amor a lo lejos.
Y ni el café ni el fuego intenso de la estufa
Lo pueden destruir
Así tan igual estoy ahora, contemplando esa luna,
Abriendo mi corazón al destino
Esperando que las canciones griten
Algún amor a lo lejos.
Algún te quiero en el cielo, en el silencio, en el viento.
A lo lejos nos amamos y me gusta
Porque sé que aunque volvamos a vernos
Tal vez, ya no me quieras abrigar
O tal vez, te olvides y tengas a otro a quien amar.
Porque el amor son solo palabras desvanecidas en el tiempo
Que algunos suelen tocarlas con una guitarra
Con una canción
Pero que otros, más nefastos, más deprimidos
Suelen sufrir y tocarlas con lágrimas
y letras, versos y poemas que expresen su dolor.
A lo lejos nos amamos
Cuando el sol se ocultaba
Y a lo lejos te olvide
Cuando el cielo lloraba.
Cuando el sol se ocultaba
Y a lo lejos te olvide
Cuando el cielo lloraba.
Porque te amaba
Porque sabiendo eso te fuiste
Porque me cambiaste por otro
Porque el sol ya no sale, y las canciones ya no hablan de ti
Aquellas que sonaron cuando por primera vez te vi
Porque sabiendo eso te fuiste
Porque me cambiaste por otro
Porque el sol ya no sale, y las canciones ya no hablan de ti
Aquellas que sonaron cuando por primera vez te vi
miércoles, junio 09, 2010
CUANDO TE SIENTO LEJOS
El sol en el otoño
Son como las lágrimas secas que lloraste
Aquellas que mojaron tu dolor
Aquellas últimas que me las dedicaste
Sentada en una banca, a la luz de un campo verde
Con el murmullo de los pájaros en el horizonte
Y una negativa tuya a que me perdones.
Yo estaba lejos ese día
También recordándote, pero de otra manera
Sin llorar
Sin pensar en volver a amar
Sólo viendo una tarima donde apoyar los brazos
Las copas de ron y los muertos besos que te di
Con la pared de mi corazón, en verano, con sol, con amor.
Alguna vez te dejé sola
En algún lugar de la ciudad
Te dejé ese martes, y ahora me arrepiento
Porque sé, que tu me querías más que yo a ti
Y eso, increíblemente, como ninguna, te hacía en cierta forma, muy feliz.
El sol se oculta
Las estrellas salen
En el cielo veo tus lágrimas caer
Con la luna acompañándote
En la inmensidad del recuerdo, de la noche y la distancia
Porque jamás me olvidaré del aroma dulce de tus labios al reír
Y jamás y nunca te volveré a querer
Como esta noche, como la noche pasada
O como todas esas noches sin ti desde que te fuiste,
Desde que tomo café caliente en tu nombre, porque vino no hay
O desde que miro al cielo
Y veo tu tristeza tan infinita
De no saber que alguien te escribe
O que alguien te recuerda
Tan igual a un fantasma
De blanco, pura, como alguna vez te vi.
Porque te amo, aunque quiera negarlo
Como los hombres aman llorar en la oscuridad de un rincón
Sentados, con las manos frías.
Porque aunque quiera negarlo te amo infinitamente
Aunque mis manos no estén frías
Pero lastimosamente, sí mi corazón.
El frío me quema, como tu aroma al amanecer
Y la noche se va,
Como tú.
Y tu aliento en mis cabellos, cuando te siento lejos.
Son como las lágrimas secas que lloraste
Aquellas que mojaron tu dolor
Aquellas últimas que me las dedicaste
Sentada en una banca, a la luz de un campo verde
Con el murmullo de los pájaros en el horizonte
Y una negativa tuya a que me perdones.
Yo estaba lejos ese día
También recordándote, pero de otra manera
Sin llorar
Sin pensar en volver a amar
Sólo viendo una tarima donde apoyar los brazos
Las copas de ron y los muertos besos que te di
Con la pared de mi corazón, en verano, con sol, con amor.
Alguna vez te dejé sola
En algún lugar de la ciudad
Te dejé ese martes, y ahora me arrepiento
Porque sé, que tu me querías más que yo a ti
Y eso, increíblemente, como ninguna, te hacía en cierta forma, muy feliz.
El sol se oculta
Las estrellas salen
En el cielo veo tus lágrimas caer
Con la luna acompañándote
En la inmensidad del recuerdo, de la noche y la distancia
Porque jamás me olvidaré del aroma dulce de tus labios al reír
Y jamás y nunca te volveré a querer
Como esta noche, como la noche pasada
O como todas esas noches sin ti desde que te fuiste,
Desde que tomo café caliente en tu nombre, porque vino no hay
O desde que miro al cielo
Y veo tu tristeza tan infinita
De no saber que alguien te escribe
O que alguien te recuerda
Tan igual a un fantasma
De blanco, pura, como alguna vez te vi.
Porque te amo, aunque quiera negarlo
Como los hombres aman llorar en la oscuridad de un rincón
Sentados, con las manos frías.
Porque aunque quiera negarlo te amo infinitamente
Aunque mis manos no estén frías
Pero lastimosamente, sí mi corazón.
El frío me quema, como tu aroma al amanecer
Y la noche se va,
Como tú.
Y tu aliento en mis cabellos, cuando te siento lejos.
domingo, mayo 16, 2010
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