Poder tocar tus labios con mi amor
Saber que eres solo para mí
Tenerte atrapada dentro de una red llena de sentimientos
Como el dolor, el odio, o el rencor.
Me enseñaste a surcar los caminos,
Destruyendo los obstáculos de la vergüenza y la timidez
Me enseñaste a ser yo mismo
Con mis deficiencias, mis capacidades, mi ser
Fuiste mi maestra, linda
Fuiste esa persona que me enseñó a amar
En la adversidad de ser pesimista, con miles de retos sin solución.
Curaste en todo momento mis ganas de quitarme la vida
Dándome tu cuerpo, tu ternura, tus labios carnudos
Dándome todo lo que pudiste.
¿Por qué te fuiste, entonces?
Es que acaso no me amabas, ¡maldita sea!
No entiendes que tú me hiciste cambiar, me ayudaste a ser persona,
Tú hiciste que yo viva.
Pero ahora, te vas, no sé adónde,
Y me matas.
Siento que te odio por haberme dejado en este estado tan mal,
Pudriéndome en tus recuerdos, con lágrimas inmensas y cartas rotas
Mientras tú, tal vez estés divirtiéndote al otro lado del mundo
Con otro, con varios,
No sé si me importa.
Yo quise que estemos juntos siempre
Hasta que pueda ir por el mundo solo, en busca de tu reemplazo
Yo te quise, en todo momento, amor mío
Y tú me pagaste, otra vez y como siempre me han hecho,
Con un “no te quiero” en invierno.
En mi mente he roto lo que me ha quedado de ti
Por respeto a mi ser
Porque si sigo pensando en tu amor, en tu cuerpo desnudo,
En tu pronto volver.
Tal vez acabe como un tarado,
Suicidándome en mi casa, con café caliente en una noche como la nuestra
Fría, sin viento, sin luna, con nubes,
Un viernes, un mes de abril
Tal vez, creo
O tal vez no, tal vez mañana o pasado mañana, cuando tenga tiempo
Y cuando sepa que tú ya no volverás.
Te amo, sea como sea, aunque me mate yo solo
O me maten
Te amo y siempre lo haré
Como en abril,
Chiquilla inquieta, mala conmigo
Inocente diablilla enmascarada, que con tu amor, me enseñaste a vivir.
Y a morir, con tus recuerdos.
